
A Trinidad y a su hermano «el niño» no les sale nada bien hasta el punto de que, cuando van a atracar una diligencia, nadie lleva dinero. El azar hace que se encuentren en su camino a una chica, que les conduce a un pueblo donde todos se creen que son «rangers». Allí viven numerosas aventuras, hasta que la situación se complica porque llegan los verdaderos «rangers».